Escuché una historia
de un hombre de negocios
que nunca sabré quien es,
pero sé que Dios quería
que yo oyera su historia.
Él era Gerente en una compañía
que había sido diezmada
por el ataque a la Torres Gemelas.
Había citado ha los miembros
restantes de esa compañía,
para compartir su espacio en la oficina.
Con su voz llena de temor, contó
las historias de por qué estas personas
estaban vivas y sus colegas muertos.
Todas las historias eran
simples y pequeñas . . .
Uno de los miembros de la compañía
entró tarde ese día . . .
porque su hijo empezó
en el jardín de infancia.
Otro compañero estaba vivo . . .
porque le tocó a él
ir a comprar los desayunos
de ese día.
La historia que me golpeó mas,
fue la del hombre que se puso
un nuevo par de zapatos esa mañana . . .
. . . ese día se averió su auto,
entonces decidió caminar hacia su trabajo;
pero antes de llegar,
una ampolla afectó su pie.
Se detuvo en una farmacia
para comprar una venda.
Por eso él está vivo.
Así que, ahora,
cuando estoy atorado en el tráfico,
espero en el ascensor,
tardo en contestar un teléfono que insiste
-o pasan esas pequeñas cosas
que me incomodan- pienso:
es exactamente donde Dios quiere que esté
en ese mismo momento.
Dios me bendice
con todas esas pequeñas molestias.
Es esa vocecita diminuta dentro de ti.
Tenlo presente,
y cuando sientas de repente
que nada bueno te está pasando . . .
. . . ÉSE ES DIOS
que te habla a través del Espíritu Santo.
Cuando pienses en alguien
que no has visto en mucho tiempo,
y de repente lo ves,
o recibes una llamada telefónica,
o una carta de ellos . . .
. . . ÉSE ES DIOS:
no hay tal cosa como la "coincidencia".
Cuando has recibido
algo maravilloso en tu vida,
que ni siquiera sabes cómo llegó,
como un dinero en el correo,
una deuda que se aclara misteriosamente,
o simplemente recibiendo algo querido,
pero que no podrías
permitirte el lujo de tenerlo . . .
. . . ÉSE ES DIOS,
Él conoce los deseos de tu corazón . . .
Cuando pasas por una situación fea en la vida
y no tengas ninguna pista de cómo vas a mejorarla . . .
ÉSE ES DIOS . . .
. . . que siempre nos permite ver un día más luminoso.
Sonríe siempre . . .
. . . es una de las mejores formas de mostrarlo a Él . . .
. . . pues hace que las personas se pregunten:
"¿qué te pasa?"
¡¡¡QUE DIOS TE BENDIGA!!!
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