Mi carácter impulsivo,
me hacía reventar en cólera
a la menor provocación.
La mayoría de las veces,
después de uno de esos incidentes,
me sentía avergonzado y me esforzaba
por consolar a quien había dañado.
Un día un psicólogo,
quien me vio dando escusas
después de una explosión de ira,
me entregó un papel liso.
Y entonces me dijo:
- Estrújalo
Asombrado , obedecí
e hice una bola con el papel.
Luego me dijo:
- Ahora déjalo como estaba antes.
Por supuesto que no pude dejarlo
como estaba antes.
Por más que traté,
el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces el psicólogo dijo:
- El corazón de las personas
es como ese papel.
La impresión que dejas
en ese corazón que lastimaste,
será tan difícil de borrar
como esas arrugas en el papel.
Aunque intentemos enmendar el error,
ya estará marcado.
Por impulso no nos controlamos
y sin pensar arrojamos palabras
llenas de odio y rencor, y luego,
cuando pensamos en ello, nos arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás,
no podemos borrar lo que quedó grabado.
Y lo mas triste es que dejamos "arrugas"
en muchos corazones.
Desde hoy,
sé más comprensivo y más paciente.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda
el papel arrugado
Es un consejo que te doy.
Desconozco el autor.